Cortinas de Cristal

Las cortinas de cristal son un tipo de cerramiento para balcones y terrazas que reduce de manera notable el espacio que ocupan las puertas y ventanas tradicionales. Además, permiten flexibilizar estas estancias convirtiéndolas en espacios cerrados que dejan pasar la luz sin obstrucciones o abriéndolos por completo al exterior.

La estructura de las cortinas de cristal permite que las distintas hojas de vidrio que las componen se deslicen fácilmente, sobreponiéndose unas con otras hasta situarse en un pequeño espacio al final del sistema. Como los cristales giran sobre sí mismos, es posible colocarlos de cualquier forma en función de las necesidades de cada momento.

Pese a que se trata de un cerramiento ligero y compacto, las cortinas de cristal son una de las estructuras más resistentes al viento que podemos instalar en un balcón o una terraza. Para que te hagas una idea, se estima que gracias al grosor de su vidrio templado, este producto soporta vientos de hasta 350 km/h, por lo que sobrevive sin problema a los vendavales.

Como decimos, las cortinas de cristal son un producto totalmente adaptable, que permite la entrada de luz natural a casa con más intensidad que cualquier otro cerramiento. Ahora bien, ¿qué sucede cuando por cualquier motivo queremos limitar la entrada de luz solar? Podemos recurrir a las cortinas de cristal satinado, que reducen la luminosidad notablemente, o incluso instalar un vidrio totalmente opaco.

Determinar el precio de las cortinas de cristal sin conocer su ubicación concreta y las necesidades del espacio y los habitantes de la vivienda sería un gran error. Se trata de una inversión considerable, pero que merece la pena por su calidad, su durabilidad y la gran cantidad de posibilidades de adaptación que ofrece en cada espacio.

Lejos de lo que pueda parecer, por el minimalismo y la finura que aparentan, las cortinas de cristal son un elemento totalmente seguro que, además, cumplen con dos necesidades en este sentido: la protección desde el exterior, para evitar la entrada de intrusos y la protección desde el interior frente a roturas de vidrio y posibles cortes.

Cuando están cerradas, las cortinas de cristal son muy herméticas, encajando una hoja con otra de modo que prácticamente no se filtran el frío o el calor del exterior. De hecho, esta es una de las características que más llaman la atención de los usuarios de esta estructura, ya que además les permite reducir el consumo energético en su vivienda.

En ocasiones existen dudas con respecto a la legalidad de instalar cortinas de cristal en una terraza o un balcón. La realidad es que en estos casos no se regula un producto concreto, sino la posibilidad de cerrar este tipo de espacios, por lo que es recomendable consultar las normativas de cada ayuntamiento al respecto. No obstante, como producto, las cortinas de cristal son totalmente legales.

Una de las principales ventajas de las cortinas de cristal reside en sus pocas necesidades de mantenimiento. No obstante, la limpieza es algo esencial para mantener la higiene y la estética, y para limpiar las cortinas de cristal basta con emplear el mismo sistema que utilizas para cualquier otra ventana, pero con la facilidad de que puedes girar las hojas sobre sí mismas para tenerlas siempre de cara.