Suelo Técnico Para Oficinas
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Suelo técnico, la solución para instalaciones profesionales
¿Sabrías definir qué es un suelo técnico? Con la proliferación de la tecnología cada vez son más las necesidades estructurales en todo tipo de construcciones, ya que se necesita albergar de forma estética y funcional gran cantidad de instalaciones de todo tipo. Si ya hace tiempo eran fundamentales los conductos eléctricos, de agua y de gas, la incorporación de las redes telefónicas ha multiplicado las exigencias en este sentido.
Ante este nuevo escenario, el suelo técnico se ha convertido en la solución más práctica y recurrente para el emplazamiento de todas estas instalaciones. Y es que de este modo se facilita, no sólo el proceso de implementación de nuevos conductos y conexiones, sino también su mantenimiento, limpieza y reposición, lo que se antoja imprescindible teniendo en cuenta la velocidad a la que avanza la tecnología y la digitalización de los negocios al mismo tiempo.
¿Qué es y para qué sirve el suelo técnico?
Así pues, el suelo técnico consiste en la elevación del pavimento por encima del original con el fin de dejar espacio y simplificar la aplicación de las instalaciones necesarias, tanto en el presente como en el futuro. De este modo, se evita la peligrosidad en la interacción con las mismas, se facilita su manipulación cuando sea conveniente y se logra un resultado más estético. Aunque puede ser útil en cualquier entorno, se emplea principalmente en espacios profesionales o institucionales.
Estructuras que componen el suelo técnico
Para entender un poco mejor en qué consisten los suelos técnicos y cómo están pasando a formar parte de cada vez más edificios empresariales, basta con observar los principales elementos de su composición, que son tres: el propio pavimento, las estructuras que permiten su instalación y, por último, los accesorios funcionales pensados para mejorar la construcción.
Los elementos anexos son aquellos accesorios que forman parte del exterior del suelo técnico, aunque presentan conexión con las instalaciones inferiores. Por ejemplo, las regletas de enchufes incrustadas en el suelo son una opción muy habitual, aunque también se pueden incorporar fuentes de agua o diversas estructuras para permitir la interacción con el interior del suelo -tiradores, llaves, etc.-.
Los elementos estructurales son la parte esencial de este tipo de instalaciones, los puntos no visibles que garantizan que el sistema cumple con sus funciones y que no supone ningún tipo de peligro para los usuarios. Se trata de los enganches, soportes, rieles o juntas sobre los que descansa el suelo técnico, y pueden ser muy variados en función de sus características.
Por último nos encontramos con el propio suelo, la parte visible del pavimento que los usuarios del edificio pisan constantemente sin siquiera intuir el entramado que hay bajo sus pies. Se trata siempre de paneles modulares con revestimientos embellecedores y que pueden estar fabricados en distintos materiales, que principalmente son aglomerados o sintéticos.
Beneficios de instalar suelo técnico en espacios profesionales
El mero hecho de pensar en las funcionalidades y aplicaciones de este tipo de pavimentos ya nos da una idea de sus ventajas, si bien es conveniente recordarlas para asimilar las enormes posibilidades de esta estructura en espacios profesionales. Teniendo esto en cuenta, ¿cuáles son exactamente los beneficios del suelo técnico?
- Los materiales empleados habitualmente en la construcción de suelos técnicos les confieren una resistencia mayor de lo habitual en este tipo de estructuras.
- Adopta una estética minimalista y moderna, lo que genera espacios más elegantes y llamativos para los usuarios y visitantes.
- No es una obra que revista un coste demasiado elevado, ya que su instalación es relativamente sencilla y rápida.
- Ofrece sistemas de instalación mucho más sencillos a la hora de integrar cables, tuberías y todo tipo de conductos, y éste es su principal cometido.
- Presenta más facilidad en la implantación de medidas de seguridad anti incendios, lo que resulta de vital importancia, sobre todo en espacios profesionales.
La modernidad de esta estructura implica que su diseño está previamente pensado para llevarse a cabo mediante materiales más sostenibles y respetuosos con el medioambiente.
La adaptabilidad, una ventaja más del suelo técnico
Mención aparte merece la adaptabilidad del suelo técnico, ya que se trata de una estructura capaz de integrarse en cualquier tipo de pavimento en cuanto a los materiales, formas, medidas y necesidades. Y es que éste es uno de los principales beneficios de esta construcción: es capaz de dar respuesta a las múltiples circunstancias y demandas que puede demandar un espacio profesional.
¿Es lo mismo el pavimento elevado que el suelo técnico?
Aunque a nivel visual presentan una gran semejanza y existe cierta tendencia a la confusión, en realidad el pavimento elevado y el suelo técnico son estructuras que nada tienen que ver entre sí. Y es que el primero simplemente tiene el objetivo de incrementar la altura del suelo, por lo que no deja ningún tipo de espacio entre éste y el pavimento original, como sí sucede con el suelo técnico.
¿Por qué instalar tu suelo técnico con Cerramientos Candela?
Los suelos técnicos son una estructura relativamente reciente, aunque cada vez más extendida, en espacios profesionales. Desde Cerramientos Candela contamos con un departamento de I+D+I enfocado en el descubrimiento de nuevas instalaciones que puedan hacer más sencillas las vidas de particulares y negocios, y en este caso hemos apostado por perfeccionar un elemento que consideramos fundamental en el crecimiento de cualquier empresa a nivel estructural.
¿Cuál es el precio de instalar un suelo técnico?
Como siempre, calcular a priori el precio final de un suelo técnico resultaría imposible sin conocer, en primer lugar, las medidas del espacio a cubrir con la estructura y, en segundo lugar y con el mismo nivel de relevancia, las principales necesidades de la edificación a efectos de pavimento e instalaciones inferiores y superiores.
Y es que, tal como hemos visto, los materiales de los que se puede componer un suelo técnico son muy diversos y ofrecen multitud de variantes en torno a su estética, su dureza y resistencia o las posibilidades que ofrece a la hora de implementar instalaciones. En este sentido, ofrecer un presupuesto o determinar el precio del suelo técnico sería un disparate.
Para que te hagas una idea, se estima que los precios del metro cuadrado de suelo técnico oscilan entre los 50 € y los 200 €, una variación de hasta 150 € que se corresponde con los infinitos parámetros y combinaciones que acabamos de comentar. Así pues, es fundamental que acudas a expertos instaladores, que te dejes aconsejar por ellos y, por supuesto, que te permitan adaptar por completo el resultado final a tus necesidades.
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Preguntas frecuentes sobre Suelo Técnico
¿Qué se preguntan los clientes antes de instalar un suelo técnico? Fundamentalmente se interesan por su seguridad y durabilidad y por las posibilidades que ofrece con respecto a las instalaciones internas y externas. Por tanto, vamos a abordar todos estos planteamientos para que tengas un poco más claro qué es y cómo funciona esta estructura.
El suelo técnico presenta una gran variabilidad en los pesos que soporta, ya que se puede adaptar y depende, lógicamente, del uso que se le vaya a dar y de los usuarios que lo transiten. De manera general, lo más frecuente es instalar pavimentos que soporten entre 500 kg y 1500 kg por metro cuadrado, por lo que es importante prestar atención a estas necesidades antes de instalarlo.
El suelo técnico, independientemente de los materiales de fabricación que se empleen en sus módulos, presenta una metodología de limpieza muy sencilla, que no va más allá de las mopas secas, máquinas de limpieza industrial con agua caliente y, en última instancia y sólo en caso de extrema suciedad, se pueden agregar productos de limpieza -que de igual modo deberán aclararse posteriormente con agua-.
Los materiales que componen los suelos técnicos pueden ser muy variados con el fin de adaptarse a las necesidades de cada entorno, si bien es habitual que se fabriquen a partir de aglomerados porcelánicos, cerámicos, de madera, de PVC, de mármol o incluso de piedra. En cualquier caso, siempre se trata de compuestos de alta resistencia, ligereza y durabilidad que, además, presentan grandes facilidades de mantenimiento y limpieza.
Los suelos técnicos suelen instalarse a una altura mínima de 50 o 55 centímetros sobre el pavimento original de la construcción. Es importante tener en cuenta que la finalidad principal de este tipo de estructuras es abrir la posibilidad de realizar instalaciones por debajo del piso, por lo que es imprescindible dejar un espacio que permita este proceso.
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Las instalaciones más habituales que podemos encontrar bajo un suelo técnico son los conductos, principalmente de luz, redes telefónicas y de Internet o fontanería. Ocasionalmente, en edificaciones en las que hay conductos de gas también es posible instalarlos bajo el suelo técnico, de modo que cualquier cableado o tubería es susceptible de colocarse aquí.
Los accesorios más recurrentes en la superficie de un suelo técnico son las regletas de enchufes, iluminación y carga, pero también es posible instalar llaves y tiradores que permitan su apertura o, incluso, fuentes de agua que permitan el abastecimiento de los usuarios. En definitiva, se trata de elementos conectados a los conductos instalados en la cara inferior del pavimento.
Ésta es una de las cuestiones más repetidas con respecto al suelo técnico, ya que se trata de una estructura relativamente novedosa y tiende a confundirse con el suelo elevado. Sin embargo, no tienen nada que ver entre sí, ya que este último únicamente pretende incrementar la altura del pavimento, mientras que el suelo técnico pretende generar un espacio para el emplazamiento de diversas instalaciones.
Un suelo técnico debe presentar ciertas características que le otorguen cierta calidad y, sobre todo, practicidad en su uso. Evidentemente su resistencia y durabilidad son las primeras exigencias, pero también es importante su ligereza -al fin y al cabo es flotante-, los soportes que lo sostienen, el espacio inferior, su facilidad de mantenimiento y limpieza y, por supuesto, la estética de la superficie.